Una pelicula dominguera puede ser
cualquier cosa, es verdad. Sin embargo hay ciertas unas que gritan "PONETE
EL JOGGING MAS OVERSIZED QUE TENGAS Y METE LA MANO ADENTRO POR CUATRO HORAS
MIENTRAS COMÉS LO INONMBRABLE QUE HAY EN TU HELADERA FUERA DE LOS OJOS DE LA
SOCIEDAD". Las que a mi me gritan así suelen ser este tipo de películas
que paso a recomendar. No sé porqué, quizás hayan sido las constantes
apariciones de Bud Spencer y Terrence Hill repartiendo piñas con efectos
sonoros chumingos en la pantalla de Sábados de Cine cuando era chico, pero la
película de acción de bajo presupuesto y la tarde vaga van de la mano como dos
noviecetes quinceañeros re tiernis. Hoy les traigo un doble featurete con dos
películas del mismo año, una misma temática (bajomundo-en-escenario-turístico)
y una cualidad en común: el infamoso "tan malo que es bueno". Una
etiqueta/tema de discusión que es tan embolante que lo vamos a saltear e ir
directo al PLACER PURO DOMINGUENSE, dale?
HARD
TICKET TO HAWAII (1987)
Ken y Barbie retozan nocturnalmente en un
yate. Entre mimos y tragos nos enteramos brevemente que Barbie fué reclutada en
una operación anti-narcotráfico y Ken no está de acuerdo, dice que no es el
trabajo para ella, pero al final confiesa que no la culpa por "trying",
a lo que Barbie le responde "well, try this!" y se saca la toalla
para mostrar las tetas a cámara. Corte a dos policías patrullando una playa
desolada de Hawaii. Descubren una plantación de marihuana y a un grupo de
narcos con metralletas que los acribillan al toque. Corte a un depósito de correspondencia.
Llega una caja con un cartel que dice "PELIGRO CONTAMINADA". Uno de
los funcionarios accidentalmente tira el cartel al piso y esta queda como un
paquete más. Zoom in al contenido:
Mas tarde nos re-encontramos con Barbie
(su nombre real es DONNA) y descubrimos que su trabajo oficial es repartidora
de correo junto con otra rubia bimbo idéntica a ella, también una
agente encubierta anti-narco. Llegan al depósito y les dicen que tienen que
transportar dos cosas: una pareja de recien casados de luna de miel (!?!) y una
gigante pero INOFENSIVA serpiente. Abordan una avioneta con dicho cargamento y
despegan hacia un momento musical idílico atravesando las vistas espectaculares
de la isla junto con una canción lenta y relajada pero con un estribillo que
advierte lo subyaciente:
"It's
a hard ticket to Hawaii
It's
not paradise all the time
It's
a hard ticket to Hawaii
Altought
it's like a dream it's not what it seems"
Y si, después de esto dejar de verla es
una no-opción. Este es el punto maravilloso dondo uno entra en sintonía
absoluta con lo que la película nos propone y aún así no advierte todo lo que
se viene a continuación. Y no voy a spoilearlo pero si puedo advertir que se
incluyen bazookas que explotan muñecas inflables... y gente escapando
despavorida de helicopteros en miniatura... y más desnudos... y frisbees
asesinos... y bueno, one-liners imposibles y acción increíble, pero creo que ya
quedó claro de que va todo esto.
El autor de esta guarrada se llama(ba)
Andy Sidaris, aparentemente un ex-director de programas deportivos que en los
ochentas se embarcó en una misión de escribir, dirigir y producir películas
denominadas "Triple B", de la cual "Hard Ticket" aparenta
ser un enorme exponente. Algunos de sus otros títulos son "Malibu Express",
"Savage Beach" y "Picasso Trigger". Viva la vida!
MIAMI
CONNECTION (1987)
Resulta que la Alamo Drafthouse (una
exitosa y creciente cadena de cines liderada por un grupo de cinéfilos
enloquecidos de Austin, Texas) andaba de compras online de stock filmico en
35mm. Revisando la lista de un vendedor de Ebay se encontraron con un título
que les llamó la atención: "Miami Connection". Cuando le preguntaron
que era eso el tipo les respondió "ah, nada, una poronga de artes
marciales inmirable". La copia, sin embargo, estaba en buen estado y casi
regalada así que se la jugaron. Cuando la proyectaron no lo podían creer. Lo de
"artefacto encontrado" se quedaba corto: Miami Connection es cine
puro, una fantasía de pibe pre-adolescente cristalizada frente a tus ojos e
impregnada de un ritmo atropellante. La película funciona como vehículo de su
estrella (y principal inversor tengo entendido) Grandmaster Y.K. Kim pero más
importante aún, de su ideología: el Taekwondo como forma de vida, unificadora de
lazos morales. La amistad promueve una vida más saludable. En definitiva, eso
es lo que la película quiere expresar... con ninjas.
Y.K. Kim es acompañado por un grupo de
fieles seguidores / amigos del alma con quienes comparte absolutamente todo:
conviven y desayunan dandose de comer en la boca, practican artes marciales,
van a la universidad y por si fuera poco, conforman Dragon Sound, una explosiva
banda de rock made in 1987 que son sensación durante las noches de un pub de
moda local. El dueño los ama tanto que los agenda aparentemente todos los fines
de semana, lo cual desata su enemistad con un CLAN DE NARCOS NINJAS que también
tienen su banda propia (a quienes nunca vemos) y los desplaza del spotlight.
Aquí se inserta una escena totalmente ridícula donde el dueño se agarra a las
piñas con uno de los malos discutiendo sobre, esencialmente, gustos musicales.
Esto significa declararle la guerra a los
chicos de Dragon Sound, que ya bastante tienen con ser todos huérfanos y
representantes de cada unas de las etnias posibles. Y tampoco pueden ser
indiferentes al drama familiar de Jim, el tecladista negro gay que acaba de
recibir la noticia de que su padre quizás está vivo después de todo, lo cual
deriva en un eterno monólogo hiper-dramatico de Jim, que semidesnudo y con una
toallita al hombro (importante e icónica imágen del cine irónico postmoderno)
desnuda su alma ante nosotros, jurando encontrar a su progenitor. Al terminar
su conmovedor relato, Y.K. Kim se le acerca y se solidariza poniendole la mano
al hombro mientras fundimos inmediatamente hacia un cachondo montaje musical con
los chicos disfrutando de un día de playa, autos y chicas. Porque la vida sigue
y hay un momento para cada emoción. Un momento para la obligación y otro para
el disfrute. Un momento para sentarse a comer en el restaurante de tu amigo
coreano y otro para rebanar cabezas de ninjas con katanas. Miami Connection pone
sobre la mesa este buffet de diversas atracciones cinematográficas y crea un
verdadero espectáculo, para ver con amigos y cervezas o con el jogging
extra-large, solo y sin porro. It's aaall good.
No hay comentarios:
Publicar un comentario